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Liderar a otros y, también, al mismo tiempo liderarnos, necesita de paciencia, especialmente en momentos de crisis. En mi experiencia acompañando y haciendo coaching a personas que quieren mejorar su liderazgo profesional o crecer en aspectos personales de su vida, he podido comprobar que para conseguirlo se necesitan de grandes dosis de paciencia y, la mayoría de las veces no saben cómo encontrar esa paciencia dentro de sí, lo que les lleva a la inconstancia en la realización de tareas o proyectos y la frustración y sensación de fracaso personal.
Habitualmente quieren soluciones rápidas, y no quieren esperar a que las estrategias se implementen o consoliden. Ciertamente el mundo “googlelizado” en el que vivimos, donde parece premiarse la “hipervelocidad” por encima de otros valores, no ayuda. Aún así, si no puedes conservar la compostura y el enfoque frente a la frustración o la adversidad, no podrás mantener a los demás tranquilos y enfocados.
La paciencia, clave para encontrar soluciones
Las soluciones a nuevos desafíos profesionales o los retos personales, conllevan tiempo para poder ponerse en práctica de una forma correcta. Tradicionalmente la investigación académica divide al liderazgo en dos grupos básicos, y ahora estoy resumiendo mucho los conceptos, pero nos puede ayudar a entender más y mejor el impacto de la paciencia, en nuestro comportamiento.
Los que llamaré futuristas, que generan visiones poderosas y crean las métricas necesarias para llegar allí , y los “hacedores” que facilitan a los equipos de herramientas y recursos para cumplir los objetivos marcados. Tanto unos como otros necesitan de la paciencia , unos la necesitan para explicar el por qué y el para qué , y , los otros para coordinar los procesos que necesitan de la interrelación personal.
Claves para entrenar la paciencia
Cómo, entonces podemos entrenar la paciencia. He aquí algunas claves:
1.- Redefinir el significado de velocidad.
Las fuerzas navales especiales de los EE.UU , los Seal, tiene como lema: “Slow is smooth, and smooth is fast” , “la lentitud es suave, y la suavidad es rápida”. Los seal cuanto más rápidos son , más metódicos y pacientes son. Esto se ve en la planificación como en la ejecución de las misiones. Han aprendido que trabajar Slow…” reduce los errores y acelera los finales de las misiones.
Y, por lo tanto, no es lo mismo la velocidad operativa, que la velocidad estratégica, que es la que otorga valores a la acción en sí, en esta segunda debemos, si qureremos tener un éxito perdurable, dotarla de paciencia. Para ello el líder deber invertir tiempo en en definir qué valores otorga cada acción.
2.- Practicar la gratitud
Las investigaciones recientes en psicología experimental nos muestran cómo las personas que se sienten agradecidas y lo manifiestan se muestran más pacientes. También en situaciones de crisis , la gratitud nos muestra caminos antes no contemplados y también a comprender lo que no ha ido bien y cómo podemos mejorarlo, poniendo en juego todo el potencial para salir de esa situación no deseada.
3.- Realizar alguna actividad como el pilates, el yoga o el tai chi
El tai chi, por ejemplo, en el que se aúnan complejos movimientos de todo nuestro cuerpo de una forma armonizada aunque cargados de energía, y que lleva tiempo y constancia poner en práctica, nos ayudarán a integrar la paciencia dentro de nuestra vida como un recurso de inapreciable valor, que nos hará más efectivos y creativos. Lo dice la ciencia.
Para profundizar:
Un libro: “Hazte la cama”, William McRaven. Planeta de los libros.
Una “peli”: “Una cuestión de tiempo”.
Y una serie: “Bendita paciencia”.