En los últimos tiempos, la inteligencia emocional es uno de los conceptos más importantes que la psicología y el coaching han tratado. Esto surge del intento por comprender de donde vienen los posibles trastornos mentales que tenemos y cómo afrontarlos, de manera razonada, algo que en la actualidad se considera fallido. Ya que la nueva corriente apunta a que son los sentimientos y las consecuencias de la vida las que afectan realmente al estado anímico de las personas. Como vemos, este enfoque va mucho más allá de la mente humana. No nos enfocamos en los problemas mentales, sino en como nos sentimos, ya que una persona sana mentalmente puede pasar malas rachas y verse muy mermado, sin estar enfermo.
De esta manera, la inteligencia emocional nos ayuda a adaptarnos a las emociones que experimentamos, para poder reaccionar de manera razonada y protegernos a nosotros mismos. Una especie de mecanismo de defensa y autoayuda que puede llegar a ser determinante.
¿Qué es la inteligencia emocional?
El concepto de inteligencia emocional ganó fuerza gracias al psicólogo norteamericano Daniel Goleman, que hace referencia a la capacidad que tiene el ser humano para comprender los sentimientos y poder manejarlos, en pos de sentirnos mejor y no dejar que estos nos afecten de manera negativa, con todas las consecuencias que ello implica. Se empezó a dejar atrás la idea de que los test de inteligencia donde se obtenía un cociente intelectual generalmente aceptado era la única forma de medir la inteligencia del ser humano.
La inteligencia emocional juega un papel fundamental en nuestra vida
Puede parecer una atrocidad decirlo tal cual, pero si nos paramos a razonarlo sopesadamente, nos daremos cuenta de que nuestras emocionas son lo más importante. De hecho, las emociones y el estado de ánimo nos afectan a la hora de tomar decisiones importantes. Y de hecho, la vida no se baja en número y objetividades: la felicidad es subjetiva y es la meta a alcanzar.
Elementos de la inteligencia emocional
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Autoconciencia emocional: Ser conscientes de que tenemos sentimientos y de que estos nos influyen.
Reconocer esta realidad nos hará comprender mejor cómo nos sentimos y el ‘porqué’ de muchas situaciones y estados de ánimo. Conocerse a sí mismo, saber qué podemos afrontar, hasta donde podemos llegar emocionalmente hablando.. es clave. Debemos saber que en ciertos momentos no debemos tomar decisiones o configurar opiniones sobre ciertos temas.
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Autorregulación emocional: Ser capaces de dominar nuestros sentimientos y emociones.
Saber detectar como funcionamos a nivel emocional y actuar en consecuencia. Tomar decisiones en función del conocimiento que tenemos sobre cómo nos puede sentar tal cosa. Evitar situaciones o acciones que sabemos nos van a afectar negativamente. Regular también la seriedad con la que nos tomamos ciertas sensaciones, y por supuesto, esperar a que se calmen para pensar con mejor juicio.
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Automotivación: Enfocar las emociones a una meta.
Fomentar el optimismo y el pensamiento positivo es clave. Cuando nos sentimos exultantes, felices y con energía, debemos aprovecharlo para enfocarnos en un objetivo, una meta. Además, motivarnos a nosotros mismos puede parecer una tontería, pero nunca lo es. Superar obstáculos, conseguir lo que quieres.. requiero de una actitud interna que debemos fomentar.
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Empatía emocional: Reconocer que los demás sienten y actuar en consecuencia.
Por suerte no vivimos solos en el mundo, y cada persona es un mundo único y desconocido, válgame la redundancia. Las relaciones sociales ponen en conflicto sentimientos y estados de ánimo. Lo que hagan los demás puede afectarnos emocionalmente y viceversa. Ser capaz de ver que los demás también tienen sentimientos nos hará tener mejores relaciones con los demás. La empatía es fundamental en el ser humano.
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Emociones en sociedad: Relaciones interpersonales
Tener buena relación con los demás te hará más feliz. Así de sencillo. Tener amistades, compartir momentos, sentires, sentimientos.. es gratificante y reforzará tu poder mental y emocional. Además, las relaciones interpersonales en el trabajo tienen una relación directamente proporcional al rendimiento de los individuos, del grupo y de la felicidad de cada uno de ellos. El Coaching de Equipos trata en profundidad este aspecto.